viernes, 25 de enero de 2008

¡Reencuentro virtual!


Gestioné y acepté la invitación para abrir el blog que están leyendo, con la finalidad de transmitirles a través de los relatos que he puesto a su consideración, ciertos mensajes dirigidos a que ustedes cuenten y evalúen otras visiones diferentes a las convencionales. El tiempo que dedico a su edición y todo el proceso que implica su publicación, está muy bien compensado cuando recibo comentarios constructivos, sean estos favorables o desfavorables al esfuerzo realizado. Este hobby, si aceptan esta denominación al trabajo que realizo, me ha permitido combatir el stress que motivó mis tristes putas dolencias a las que hice referencia en mi primera aparición. Pero lo que no estaba programado en ninguno de mis remotos pensamientos, es que a través de este espacio virtual podía lograr uno de los reencuentros más espectaculares con un ser olvidado, una hermana, que por acontecimientos incomprensibles del destino, vivió toda su vida ausente y a quien la conocí cuando era un muchacho impúber que vagaba sin rumbo por las calles de Quito.

Pero antes de entrar en detalles de este acontecimiento, quiero contarles que en mi cortísima estadía en este blog, he descubierto que es una herramienta a todo dar. Mis relatos han merecido todo tipo de comentarios y aunque ustedes no crean, de algunas partes del planeta Tierra. Naturalmente he publicado los buenos, ya que no soy tan tonto para divulgar los malos; éstos me los he guardado para tener la piola o los argumentos necesarios para seguirles aburriendo con los próximos que escribiré, por supuesto, si el Creador así lo decide.

Tengo que puntualizar que he recibido comentarios escritos en todos los tonos y sabores, unos dulces como Bob Sponge y amargos como el pendejo del Manuelito. También los he recibido de conocidos y amigos face to face como dirían mis amigos pelucones de pedigrí tan vilipendiados por el momento. Los más tontitos lograron descifrar o entender a través de mis vivencias, los mensajes de vida que he pretendido endosarles desde mi visión y así me lo han hecho conocer. Los otros, los más inteligentes se han referido y me han manifestado sus desacuerdos ideológicos o conceptuales respecto a los tres temas publicados en términos que no dejaron de sorprenderme. El otro día por ejemplo, me tope con una pariente, de las que todos por desventura tenemos, que me dijo textualmente: “Roberto, a quien carajo le interesa si Bob Esponja es maricón” y su hermana en referencia a las Manos Invisibles me manifestó: “Mala yerba nunca muere”. Por lo menos un amigo en tono un tanto picaresco se refirió a la “monjita dominicana”. Algunos conocidos me han manifestado, “ya déjate de joder con tus cuentos de hipocondríaco” escribe algo que realmente valga la pena darse el trabajo de leer.

Todos estos comentarios tan sutil y delicadamente expresados me llevaron a pensar en el dueño de un lorito súper inteligente que quería obtener una patente para que nadie lo pueda clonar, bajo el argumento de que todo lo que oía lo repetía sin equivocarse. El funcionario público encargado del otorgamiento de este documento, no le concedió, sólo por el hecho de que descubrió que el lorito no entendía todo lo que decía. Los argumentos de las partes involucradas en este cuentito me hicieron recordar los chistes de aquel cómico dominicano que en referencia a los huevones decía que el mundo estaba plagado de esta especie y que había cuadrados, redondos, cariñosos, carismáticos y no sé que otras definiciones para resumir a esos seres que no pueden mirar más allá de sus propias narices.

Pero no todo es bueno ni malo, ni todo es blanco ni negro. Habemos boludos que todavía estamos pensando que podemos hacer algo por nuestros congéneres, conscientes por supuesto, de que todo en la vida tiene su costo. ¡Amigos, es que hasta para cocinar un omelet hay que empezar rompiendo los huevos!

Pero bueno, vamos al issue de este relato. Inicié manifestándoles que esta herramienta es muy poderosa y lo comprobé de la siguiente manera. Recibí un afable comentario al primero de mis relatos, -que me hizo deducir que se trataba de una mujer- que manifestaba conocerme, se complacía por lo leído, me incitaba a seguir escribiendo y concluía firmando N.C.S. desde Miami. Por supuesto que esas siglas, me decían mucho, pero medite por un momento ¿Será mucha casualidad de que sea la hermana que conocí hace muchos años? ¿Habrá leído este blog en Miami? En términos inmediatos asumí el rol de Sherlock Holmes y después de varios días de arduas tareas investigativas, logré finalmente obtener sus coordenadas. Era lógico que tuviera que hacer contacto con ella para conocer detalles de cómo estaba y qué era de su vida. Para este efecto le escribí a la dirección electrónica que la conseguí desde Panamá. Pasaron los días y ninguna contestación! ¡Seguramente me equivoqué!, No era mi hermana la que había realizado esos comentarios. ¡Mis pálpitos estaban equivocados!

Este acontecimiento posibilitó algunas conversaciones con la Bruja que motivó ciertos recuerdos gratos sobre el bandido de su suegro, a quien lo conoció y lo quiso más que a su propio padre (otra historia). Siempre lo ha recordado como el Barba Azul que rompió los corazones de muchas bellas damiselas. “Es que tu papá donde ponía el ojo, ponía la bala” refiriéndose a lo galán y conquistador que fue el veterano. Esta pequeña cualidad de mi padre, le llevó a contraer algunos compromisos amorosos, dentro de los cuales procreó nueve hijos, entre los cuales me incluyo. Con todos ellos guardo las mejores consideraciones y afectos, sin embargo, con mi hermana mayor y con la menor del Clan de los Carrión, siempre nos hemos querido como hermanos/hermanos sin distingo alguno de nuestras progenitoras. Ellas y sus entornos cercanos, la Bruja, mis hijos carnales y los que vinieron con el tiempo y mis tres monstritos por ahora son parte integral de mi familia.

Y bueno, quería hacer contacto con Nancy que había emigrado a Gringolandia desde muy niña. Necesitaba ver si era posible un reencuentro en nuestras vidas, ya que como decía el veterano, ¡la sangre shuta!

De pronto y cuando todo me hacía suponer que me había equivocado, recibo el email esperado. Efectivamente, era de mi hermana a la que casi no conocía y a quien la recordaba por su dulce sonrisa y su gran personalidad. Es que modestia aparte, todos nosotros, pese a quien le pese, sacamos el empaque del veterano que en paz descanse. Entre los pocos correos que hasta el momento nos hemos cruzado, conozco que ella vive felizmente casada desde hace fiuuu con Jesse, su Ángel Guardián, que tengo dos sobrinas gringas Jessica y Susie que viven en Tallohossee felizmente casadas, que no hablan español, pero que son tan inteligentes como su tío y por supuesto, tienen sus respectivos blogs para difundir sus experiencias profesionales.

Espero que el Señor nos de la oportunidad y la vida necesaria para iniciar la construcción de esos lazos familiares que unen corazones separados. El blog me permitió hacer “el” contacto virtual. El resto no lo sabremos hasta que se den los respectivos acontecimientos que nos permitan evaluar resultados ¿Verdad mis querido(a)s lectores?

To be continued

viernes, 18 de enero de 2008

Papá ¡hablas mucho!

*Escrita el 28 de diciembre del 2007


Nos pasamos la vida pretendiendo abrir los ojos de nuestros hijos para que puedan luchar la vida con mejores argumentos, pero como dice la Bruja, ¡Misión imposible!. Existe una visión generacional colectiva que raya en una candidez preocupante de no mirar el lado oscuro de las cosas y de no reconocer y admitir otros criterios que no sean los que su época subliminalmente los marcó. Me a culpo naturalmente, de que nuestra generación o más bien dicho, parte de nuestra generación no haya tenido la capacidad y las herramientas necesarias para transmitirles adecuadamente ciertos mensajes clave para permitirles sobrevivir con mayores posibilidades en esta sociedad cada vez más complicada.

Como estamos a punto de quemar este ingrato año viejo y proponiéndome llegar al próximo con la mejor de las vibras (ya me acusarán de supersticioso por el solo hecho de expresarme de esta manera) consideré necesario escribir este relato, advirtiéndoles que el mismo cuenta con personajes reales y que cualquier parecido con los mismos no es mera coincidencia, sin embargo, para proteger sus identidades cambie sus nombres. Empecemos contándoles que el issue de esta narración, nace de una conversación mantenida hace unos días, con unos amigos que habían aceptado una invitación para degustar las Freddohamburguesas preparadas con la “salsa secreta” de FREDDOS del Ventura Mall.

Encendamos nuevamente la polémica desatada ese día al relatarles la siguiente conversación que fue la causante de esta discusión generacional:

“Roberto, esta salsa tiene la receta secreta de CangreBurger,” refiriéndose a la salsa Freddos. ¡De qué!, pregunté, ya que no sabía de que me hablaba. (Hoy luego de la investigación realizada, me entero lo que me quería comentar mi buen amigo Pedro el Bueno) “Del restaurant de Bob Esponja” como queriéndome recordar a Cascarudo y las hamburguesas preparadas por el admirable personaje de Stephen Hillenburg. Claro que cometí una estupidez y ahora lo reconozco, me falto mucho tino en mi contestación. “Yo no veo esas mariconadas” respondí quizás, por el hecho de que estaba con la cabeza caliente.

¿Mariconadas? ¡Por qué dices eso Roberto! replicó algo molesto mi buen amigo. Naturalmente, tuvo el apoyo inmediato de su tierna esposa Dulcinea. “Nada que ver, nosotros vemos y seguiremos viendo Bob Esponja con nuestros hijos y la consideramos y la seguiremos considerando que no tiene nada de malo. Naturalmente no podía repetir esa fea palabrota, ¡no estaba en su léxico!. Y yo, por supuesto, me quede sorprendido al observar a dos adultos inteligentes, ilustres capacitadores de los “Encuentros Disfuncionales” defendiendo un enfoque cándido bajo mi percepción.

Es que cuando miré por apenas dos o tres minutos un solo capítulo de esta serie, consideré que la misma traía implícitamente un claro mensaje pro homosexual. Mi conclusión se basaba al observar a dos personajes en las típicas tareas de un hogar, Bob con rulos y Patricio su amigo, haciendo de papá y mamá, pero ambos en calzoncillos, con corbatas (siendo asexuales) discutiendo como una pareja heterosexual, arrullando a una muñeca, realizando los quehaceres de casa… Ojo, que no se me mal interprete, ya que quien escribe este cuentito, lava platos, cocina, plancha, tiende la cama, barre y no por eso es mariquita. Para mí, la escena descrita, esa sola escena, fue suficiente para concluir que los personajes eran muy afeminaditos. Sin embargo, tengo que admitir que la Bruja fue la que incidió y corroboró en mi apreciación inicial y motivó toda esta polémica, ya que para ella estaba muy claro, Bob Esponja que nunca esta interesado en chicas (según su autor) y toda la gallada de crustáceos, incluido Patricio, Gary el caracol mascota, Cascarudo y su vecino Calamardo eran una tarea de….

Ustedes me conocen mi posición respecto a la filosofía de vida que mantengo con la Bruja, sin embargo, está no fue óbice para darle la razón. Cuando sus conceptos y apreciaciones son sustentables, la apoyo sin ningún reparo y sin cerrar los ojos.…! Es que considero que ¡hay que estar siempre con los ojos bien abiertos para que no nos metan gato por liebre!

Pensaba que esta discusión había quedado en santa paz, ya que para Pedro el Bueno y su esposa Dulcinea, de nada sirvieron mis argumentos de que todas las series de TV para los niños, traen consigo mensajes subliminales que reprograman sus mentes subconscientemente; que los niños imitan moldes que van capturando de las influencias poderosas que tiene la televisión y que los índices de violencia, libertinaje sexual, identidad homosexual que estamos viviendo, van de la mano con los contenidos implícitos trasmitidos a través de este medio de comunicación. No sirvió de nada el ejemplo que di esa tarde, al relatarles que mi nieta de 2 años cada vez que se disgusta con sus abuelos, se coloca en una pose ninja y con su voz emite el grito de ataque, Uahhhh -que bajo mi criterio, aprendió de la serie Power Ranger que ve para distraerse sanamente. Con esta actitud ninja, esta demostrando que el poder de influencia que tiene este medio de comunicación en la formación de los niños es muy poderoso. Mientras tanto, sus ingenuos padres se preguntan. ¿A quien habrá salido Alessia de pegadora? Lo que sí fue claro esa tarde, luego de los argumentos que vinieron y que se emitieron por las partes en este conflicto generacional, es que el homofóbico del Roberto es un mal pensado, exagerado y mira todas las cosas con malicia.

Todo hacia pensar, que el tema del Bob Sponge había concluido, mas no fue así. Mis hijos y sus respectivos cónyuges en la última cena de Navidad, dolidos por los conceptos emitidos por su padre aquella fatídica tarde, estaban dispuestos a encender el fuego purificador, para de una vez por todas, reivindicar a su querido personaje. ¡Papá, hablas mucho! Fue la conclusión a la que habían llegado, preocupados también por lo que estarían y estarán pensando Pedro el Bueno y Dulcinea su esposa con los conceptos que había emitido días atrás. De nada sirvieron los argumentos esgrimidos nuevamente, las conclusiones eran las mismas. ¡Bob y sus amigos eran buenos, divertidos, alegres, trabajadores y dignos de confianza! ¡Tus apreciaciones son maliciosas, fuera de foco y no hacen nada más que demostrar que eres un traumado homofóbico recalcitrante! Esos fueron los dulces epítetos y el regalo con el que despidieron al viejo de su padre esa noche de Navidad.

Siempre enseñe e inculque a mis hijos que la vida hay que vivirla con ñeque, pero fundamentalmente con inteligencia; es que mi lucha por la sobrevivencia siempre fue dura y llena de grandes sacrificios, que me hicieron madurar desde que era un longo chiquito. Por esa razón resolví no claudicar en mis conceptos. Esa misma noche decidí investigar y hacer uso de esa herramienta maravillosa que se la conoce con el nombre de Internet. Imagínense el alivio que sentí al entrar a Google, solicitar la búsqueda de Mensajes subliminales de Bob Sponge (les invito a entrar en este portal) y observar que existen aproximadamente 20 páginas que contienen cada una de ellas, más de 5 temas en español de 10 carillas cada una en promedio, sin considerar los realizados en inglés, ruso, japonés, coreano, alemán, chino, irlandés, árabe, portugués, francés, danés, hindi, polaco, turco y finlandés. Es decir, no solamente era mi preocupación, sino que también habían algunos “Homofóbicos” (los Malos de la película) o quizás miles a nivel mundial, preocupados por los mensajes subliminales que emite la serie del personaje de los calzoncillos cuadrados.

Los argumentos de los buenos: “no nos sorprende, cualquier cosa en nuestro tiempo resulta ser mala, maléfica, diabólica, sino es Bob Sponge son los teletubbies…por favor, la maldad esta en nuestras mentes y por último, me gusta Bob y me vale un pepino lo que piensen los demás”. “No se pero hay que meterle mucha imaginación, para concluir que la serie Bob Sponge tiene connotaciones gays” “Yo veo a Bob como tierno, pero eso de gay nunca, son conceptos de gente traumada y homofóbica” “A mí no me parece que la insistencia de Bob de mostrar sus calzoncillos, de andar con rulos, de que no le gusten las muchachas, sea una actitud gay. Admito que puede ser de mal gusto y que no es un mensaje adecuado para los niños, pero jamás, jamás de los jamases es un mensaje gay” Es decir, los mismos argumentos esgrimidos por Pedro el Bueno, Dulcinea y mis ingenuos hijos.

Los malos, como la Fundación “We are family” y algunos articulistas del “New York Times” el prestigioso diario americano coinciden en sus apreciaciones: “se intenta lavar el cerebro de los niños a través de mensajes subliminales, pro-homosexuales". Ambos están de acuerdo, en “que se pretende catalogar a Bob Sponge como un emblema gay” y seguramente, las muchas organizaciones religiosas de todo el mundo, están mal, cuando se han pronunciado negativamente sobre la transmisión de esta serie, argumentando que la misma “contiene mensajes subliminales pro gay” Incluyo uno de los argumentos específicos emitidos por un ciudadano que había visto los avances de una de las películas de Bob Esponja que relata que le llamo la atención, cuando Patricio “tiene una bandera metida en el ass” –traducida: Ce, u, ele, o, para que la Bruja no se ofenda al escuchar esa palabra que hiere a sus oídos, pese a que ya esta aprobada por la Real Academia de la Lengua Española.

Pero mis investigaciones no se limitaron a interpretar los mensajes de los buenos y los malos. Entré al YOUTUBE (que muestra algunos videos de Bob). Algunos títulos graciosos, tiernos, dulces de este personaje: “Bob Esponja con Patricio cantando y drogado” “Bob Esponja, vs Patricio y sus amigos” “Bob Esponja smoking marihuana” “Bob Esponja drogado con algas marinas” “Bob en la cárcel” “Bob y su vida de delincuente”. Sin comentarios…..Finalmente, encontré más de 30 páginas en español, donde se promocionan a nivel mundial artículos que ustedes ni se imaginan y que se comercializan con la imagen de este personaje. Y todavía seguimos pensando que Bob Sponge fue creado solamente para distraer a nuestros pequeños….

Finalmente, para hacer las paces con los míos y con la finalidad de que me cambien mi mente para no seguir pensando que no es mera casualidad de que Bob mantenga un look en calzoncillos cuadrados, con corbatas rosadas, usando rizos, pelucas, -ya que no tiene cabello-, soltero, que le gusta “Las aventuras de marino Man y Chico Percebe”, que festeja el día de los tontos y que él fastidia a Calamardo, que no le gustan las chicas y otras actitudes medio raritas, decidí iniciar el nuevo año con una limpia shamanica, para quitarme ese sucio pensamiento que me hace “hablar mucho”. Mientras tanto, estoy contemplando las imágenes que ustedes estarán realizando sobre mi persona. Hagan lo mismo, busquen un brujo o una bruja que les permita evolucionar su cándida visión. Y como hoy es el día de los Santos Inocentes y para que mis hijos dejen de catalogarme como homofóbico, esta tarde visitaré a la cumpleañera de mi hermana con los calzoncillos de Bob y a la Bruja le pediré que se disfrace de “Estrellito de Mar”.

My friends, “The party is over”

sábado, 12 de enero de 2008

Las “manos invisibles”



Han trascurrido algunos años y todavía sigo pensando ¿cómo me salve de ese viaje en el que definitivamente tenía que juntarme con el Creador? Ustedes me dirán, otra vez nos viene con otro cuento soporífero que escribió porque no tiene nada que hacer! No es así, el relato que les voy a contar, puede que les aburra, pero déjenme decirles que está basado en un hecho real de mi vida que nunca lo olvidaré.

Algo de antecedentes.

En el 2000 fui contratado por USAID / República Dominicana para dirigir el Programa de Reconstrucción Habitacional post Huracán Georges. Entre los proyectos que diseñé para solventar los problemas de vivienda de los sectores marginales afectados por este fenómeno, se encontraba uno que fue construido en San Juan de la Maguana, que por sus características se constituyó en uno de los referentes de los proyectos que la Misión financió en esa ocasión.

No recuerdo exactamente el día en que la Directora me solicitó viajar con un grupo de representantes del Congreso de los Estados Unidos, -que realizaban el monitoreo de los programas financiados por la Misión-, para que les explique en situ los planteamientos urbanos y algunos detalles de la infraestructura básica, que habían posibilitado la ejecución de este proyecto a costos de eficiencia.

Me sentía desganado, ya que San Juan de la Maguana, esa pequeña población ubicada al norte de Santo Domingo, cerca a la frontera con Haití, requería de un viaje de dos horas en carro. Sin embargo, no me quedaba otra alternativa que cumplir órdenes superiores.

Había planificado, que una vez terminada las explicaciones correspondientes regresaría a Santo Domingo, como decían a mis amigos “as soon as possible” es decir, en términos inmediatos. El interés que demostraron los visitantes por los resultados a la vista de este proyecto, ocasionaron demoras no previstas y de pronto, anocheció en plena tarea explicativa.

Regresar a Santo Domingo a esas horas era una irresponsabilidad y por tanto, no me quedaba otra alternativa que pernoctar en un hotel de 5 piedras de la bella y aburrida ciudad de Monseñor Grullón, el Director de FUNDASEP que era la ONG responsable de la ejecución de este proyecto. Me sacrificaré por esta noche y le solicitaré a Monseñor que me ayude con un transporte para regresar a primera hora de la mañana. Con esas intensiones me fui a dormir, luego del agotador esfuerzo realizado.

A la mañana siguiente y a primera hora, estaba en la casa de Monseñor, para solicitarle el favor previsto. “No faltaba mas, mi querido Roberto, no te preocupes, viajaremos juntos, ya que tengo que estar esta tarde en la Capital, pero antes, tienes que ayudarme con el diseño de un proyecto para unas monjitas en un pueblito que esta muy cerca” Qué podía hacer, ante el pedido realizado. ¡Emprender el viaje de socorro pro monjitas! No tenía otra alternativa y ante su pedido, lo hice con el mejor de mis consideraciones y afectos a Monseñor Grullón, un personaje muy querido en República Dominicana.

Llegamos al pueblito de estas monjitas para cumplir la enmienda solicitada y luego de terminarla, era mediodía. Naturalmente, la visita de tal ilustre personaje ameritaba por parte de estas religiosas una invitación para almorzar, la misma que fue realizada con esmero y dedicación. Ustedes no se pueden imaginar las delicias culinarias que habían preparado, todas ellas acompañadas de un excelente vino, ¡chileno por si acaso! En mi interior pensaba: “que buena comilona nos dimos, pero ya es hora del retorno a casa, ya que la Bruja se va a enojar si no llego a tiempo para la reunión de esa noche que había planeado días atrás”

Como que le insinué a Monseñor para que acelere la partida, sin embargo, algo en mi interior presagiaba que no era un viaje de retorno cualquiera. ¡No sé, pero presentía algo fuera de lo común!

El frustrado viaje …

“Bueno monjitas, es hora de retirarnos, ya que tengo un bautizo esta tarde. Les agradecemos mucho, pero tenemos que partir” fueron las palabras de Monseñor. Por supuesto que una de las monjitas, abusivas tenía que solicitar un aventón. “Claro que sí, no hay problema alguno, la Yipeta
[1] es grande y entramos cómodamente los cuatro”. Antes de iniciar el viaje de retorno y una vez que estuvimos instalados en la lujosa yipeta, Monseñor solicito unos momentos para realizar una plegaria: “Pidamos al Señor para que nuestro viaje sea efectuado sin ningún inconveniente; para que Manuelito -el chofer de la yipeta- conduzca bien y sin inconvenientes; para que Manuelito tome todas las precauciones necesarias; para que Manuelito mire todos los obstáculos del camino; para que Manuelito, para que el Manuelito…” Frente a esta plegaria reiterativa, para que el Manuelito no cometa ninguna estupidez, me asuste y llegue en esos momentos a pensar que el tal Manuelito era un camarón cualquiera o un péndejo irresponsable.

¡No habrá otro chofer para reemplazar a este Manuelito! pensé en mi interior. ¡Creo que me bajo con cualquier pretexto! ¿Pero cómo regreso a casa?

No me quedó más que comprobar la pericia de Manuelito al frente del volante para tomar la decisión de bajarme o de continuar el viaje. Bastaron tres minutos para darme cuenta de que mis temores eran infundados. ¡Manuelito era un buen chofer y conducía súper bien! Me quede tranquilo y con Monseñor que estaba al frente del vehículo y la monjita que se había sentado a mi lado izquierdo, en el asiento posterior, iniciamos una conversación tan amena, pero tan amena que no se en que momento me entregue en los brazos de Morfeo.

Debo haber pasado algún tiempo completamente dormido, pero de pronto sentí que alguien me movía y tocaba mi brazo izquierdo. Todo adormitado, creo que llegue a pensar mal de la monjita dominicana…!se me está insinuando la bandida! Pero no era así, cuando me desperté, miré que dormía y por mal pensado, casi me voy como Condorito, cuando me di cuenta que Monseñor roncaba y el tal Manuelito dormía placidamente cogido del volante. ¡Carajo, que susto el que sentí en esos momentos! Estábamos en medio del carretero de Azua, en una vía que tiene unos 30 km en línea recta y el velocímetro de la yipeta marcaba 140 Km por hora. Del pánico que tuve, creo que le desperté abruptamente a Monseñor y claro, al despertarse, se dio cuenta que Manuelito nos conducía a una muerte segura. ¡Manuelito! Grito súper asustado ¡Despiértate!

Ante el grito aterrador de Monseñor, el tal Manuelito despertó y todo él adormitado, no sabía en esos instantes lo que tenía que hacer. El volante lo movía a la izquierda y a la derecha, y la yipeta ante estas maniobras, zizsageaba de un lado para el otro, a una velocidad increíble. En esos momentos de pavor, me di cuenta que al frente venía disparado y directamente hacia nosotros, uno de esos buses súper grandes de pasajeros. Deben haber sido los 10 segundos más largos de mi vida, los de máxima adrenalina, pero al verme frente a la muerte, -ya que el choque era eminente y debía producirse en cuestión de segundos-, algo en mi interior me dijo que saldríamos avantes.

Efectivamente, el otro chofer, el del bus, realizó una maniobra a tiempo y desvió su vehículo a su derecha, yendo a parar en un pantanal sembrado de arroz. ¡Nos salvamos de Milagro! Cuando el dormilón -por decir lo menos del guevoooon del Manuelito- logró controlar y detener la yipeta, me di cuenta que estábamos lívidos y con los pelos de punta -parados como se ven en las tiras cómicas-, teníamos un rechinar acelerado de los dientes y nos temblaban las rodillas. ¿Y la monjita? Seguía durmiendo tranquilamente. Ni siquiera se dio cuenta que estuvo a un paso de conversar con San Pedro para ver si la dejaban entrar...

Luego de que Monseñor se serenó, en tono lacónico me dijo: “Todavía el Señor espera algo de nosotros y por esa razón no nos llamó todavía”

La conclusión de la Bruja

Esa misma noche, al relatar mi odisea y sin entender cómo nos habíamos salvado, la Bruja concluyó: “Son las manos invisibles del Señor las que te salvaron en esta ocasión” explicándome dulcemente esos hechos incomprensibles que siempre pretendemos desconocer.

Ha pasado algún tiempo y todavía no se borran de mi memoria esos momentos de pánico, pero todavía me sigo preguntando, ¡qué es lo que espera el Señor de mí que hasta ahora me sigue protegiendo!


[1] Término dominicano referido a un vehículo de 5 puertas 4x4

sábado, 5 de enero de 2008

Memorias de mis putas tristes dolencias.



Escrita por un hipocondríaco incomprendido.

-1-

No crean que se trata de un plagio a la última obra de García Márquez, sino que consideré que el título era cabal para describir mis dolencias, que por sus características eran consideradas como tristes y lo de putas, por el hecho que como lo veremos más adelante, son realmente putas para este personaje, un capricorniano del 49 y no el noventón que se ufanaba de sus locos amores con la adolescente virgen Delgadina.

Habían pasado más de tres años consultando a los mejores y renombrados médicos del país y otros a los que visitaba gracias a los viajes que realizaba al exterior por motivos de trabajo. Estaba desesperado, ya que aparte de mis dolencias y achaques propios de mi vejez, mi familia, mis amigos y sobre todo mi dulce y tierna Bruja, -llamada así, porque siempre me anda prediciendo las cosas que me van a pasar- ya no me aguantaba más, por el hecho de que consideraba que mis supuestas dolencias eran un invento para jorobarle su vida.

La Bruja a diario me repetía ¡la paciencia tiene límites, mas aún cuando te estas gastando un ojo de la cara en las consultas del Metropolitano. ¡A esta situación hay que ponerle un punto final!, concluía cada vez que se refería a mis dolores imaginarios. Sin embargo me decía: “Bueno, hijito, ya te has hecho miles de exámenes de laboratorio abusando de Juan Carlos; resonancias magnéticas, radiografías y ecos a millar y no se que más exámenes te harás cada vez que sales de la casa. Ya solo te falta visitar al brujo Calazacón, ya que ningún médico que te ha visto te encuentra ningún problema. Tienes una salud de caballo y no das gracias a Dios, sino que te empeñas en creer que estas enfermo”.

Estas eran las dulces palabras y el aliento que recibía casi a diario por la costumbre de sentir un dolor lumbar de diferente intensidad cada vez que me levantaba de la cama, que cambiaba de lugar como le daba la gana, y al que ningún médico le atinaba, ya que unas veces me dolía y otras no, y cuando jorobaba se ubicaba en el lado izquierdo, otras en el derecho, arriba o debajo de mi espalda y como era porfiado hasta recorría por mi pecho haciéndome presumir que en poco tiempo me iba a liquidar.

Todo empezó hace tres años… Bueno, realmente hace más y mis dolencias salieron a flote en momentos en que mi alarma interna decidió conectarse para avisarme que algo malo me estaba sucediendo.

Trabajaba en el proceso de reconstrucción de vivienda en República Dominicana con USAID en una posición que requería resultados a la vista y en términos inmediatos. Los problemas y el estrés eran de todos los días. Los reconocimientos a mis esfuerzos no se hicieron esperar y junto a mi escritorio en mi casa está colgada la placa que señala lo meritorio de mi paso por ese país, considerado exitoso desde el punto de vista de la Institución a la cual serví con lealtad y dedicación. Sin embargo, no tengo la placa que señala las secuelas que dejaron mis largas jornadas de estrés y mis noches de insomnio que tuve que soportar para vencer las dificultades que se presentaban a diario.

Fue así, que en días previos a retornar a mi casa, amanecí con una molestia en mi espalda que se fue agravando con pequeños dolores testiculares. Decidí visitar por supuesto al mejor urólogo de Santo Domingo, quien después de haber ordenado y realizado una serie de exámenes radiológicos, determinó que no tenía ningún problema. ¡Tome una Vioxx cada seis horas y se sentirá bien!, así lo sentenció en forma determinante aquel galeno que ni siquiera se tomo la molestia de examinarme. La receta fue cumplida al pie de la letra y mis dolores aumentaron y se agravaron con dolores de espalda y molestias que no las había conocido anteriormente.

¡Necesito otro urólogo que dedique más tiempo a sus pacientes!, fue la conclusión a la que llegue en aquel momento. Efectivamente, me asesoré y visité a un prestigioso especialista dominicano en este tipo de problemas. Luego de los exámenes de rigor me manifestó categóricamente: “Usted lo que tiene mi estimado amigo es varicocele en sus testículos, problema que se resuelve a través de una simple operación”. Luego de que me explicó el sencillo proceso quirúrgico al que me iba a someter en términos inmediatos, muy asustado le pregunté: ¿Dr. cual testículo me va a operar? ¡El derecho ! Salí a la carrera de su consulta, ya que él que me dolía era el izquierdo. Mi cordura del momento impidió que aquel médico ufanado en engordar sus bolsillos, se ensañe con mis pobres…que definitivamente no merecían ser tratados de la manera propuesta.

Sin embargo de que me libre de esta cirugía porqué Dios es grande, no lograba librarme de mis dolores lumbares - testiculares que a esa fecha seguían en aumento. Es mi columna la que no resistió los constantes viajes que realizaba, pensé inmediatamente. Fue así que decidí visitar al mejor traumatólogo del país, quien después de escucharme y examinarme, decidió realizar una resonancia magnética. Las conclusiones a las que llego: ¡Usted tiene una columna normal para su edad. No veo razón alguna para sus dolores! En esos momentos, empecé a sentirme más mal de lo que me estaba sintiendo en esos días. ¿Será que tengo algo más grave y requiero visitar a especialistas gringos que tienen toda la tecnología para resolver problemas como los míos?

Las responsabilidades de mi trabajo impedían a que estos anhelos los pueda cumplir en términos inmediatos, sin embargo me realice varios exámenes en gringolandia con los mismos resultados. ¡Usted no tiene absolutamente nada! Ante estas circunstancias, empecé a visitar a un quiropráctico que casi me mata con sus torceduras, a distintos médicos, yerberos, curanderos y charlatanes y claro, ninguno de ellos atinaba con mis dolencias.

Ahora que ha pasado algún tiempo y puedo procesar algunas vivencias anteriores, entiendo que durante esa época entré en un proceso de angustia y desaliento. Mi Bruja siempre me dijo que la vida en Dominicana cambió mi forma de ser. ¡Siempre te encontrabas de mal genio, irritable y depresivo!

¡Nunca la quise escuchar, ya que he considerado que siempre tengo la razón!

De vuelta a mi país, me olvide por unos días de mis dolencias. Quizás el reencuentro con mis hijos, familiares y amigos y el proyecto de construir la nueva casa, habían desviado mi atención…Pero no fue así. Al poco tiempo, nuevamente esos dolores estaban minando mi espíritu. ¿Que hago? le pregunte a la Bruja. Ella muy preocupada por mis aflicciones, me recordó que quince años atrás, cuando por más de seis meses había sufrido de ojos secos, y que ningún oftalmólogo acertó y lo resolvió, un médico yerbero de Quito con sus pinchazos súper dolorosos que me realizó, en forma milagrosa me sanó. ¡Eso es, le visitaré nuevamente y pese a que tengo pavor a sus procedimientos criminales, creo que se resolverán mis achaques de mi vejez!

“A los años que vuelve a visitarme mi estimado arquitecto” me dijo amablemente. ¡Cual es su problema que le trae de vuelta?. Luego de realizarle el consabido relato de mis dolencias, me dijo: “necesito una radiografía panorámica de su dentadura”. ¡Pero Dr, los dolores que tengo son en mi espalda! ¿Que tienen que ver mi dentadura en este problema? pregunté muy preocupado. ¡Mi experiencia de más de veinte y cinco años en la profesión, me dice que los problemas lumbares están relacionados con molares enterrados!, argumentó radicalmente y algo molesto el galeno experimentado. Observé que estaba muy enojado, solamente por el hecho de haber cometido la insolencia y estupidez de realizar una pregunta que definitivamente no venía al caso. Efectivamente, me realicé la panorámica solicitada y ahí estaba la prueba palpable de mis dolencias: el molar derecho que nunca me salió, me estaba matando lentamente. ¡Tiene que operarse en términos inmediatos y sacarse ese molar, me dijo orgulloso una vez que su teoría médica se había comprobado!

Con estos antecedentes y ante la certeza de su diagnóstico, visité al día siguiente a un ilustre y reconocido cirujano máximo facial quien inicialmente se negó a realizarme esta cirugía. “Mire su molar enterrado esta justamente al lado de un nervio y si lo extraigo, usted tendrá problemas muy serios de sensibilidad”. ¡Se le chorreará la saliva y no va a sentir nada en ese lado de su boca!, me explicó preocupado. Ningún argumento científicamente esgrimido era válido en esos momentos. ¡Necesitaba extraerme mi molar derecho para sanar mis dolencias!. Tal era mi angustia que prácticamente le rogué para que me realice esta operación y ante mi pedido, se realizó y claro, hasta la fecha se me van las babas…no justamente por esta operación…, y por supuesto, mis dolores lumbares permanecieron y siguieron progresivamente minando mi espíritu, más no mi resistencia para seguir luchando. Sin embargo, en esos momentos ya eran considerados como síntomas de locura senil.

Por esa fecha la noticia de que el pana se estaba volviendo más que hipocondríaco, un maniático depresivo, había recorrido un largo camino. Pero claro, nadie se atrevía a decirme que estaba empezando a rayarse mi cocola. ¡Todavía mi situación era salvable y no merecía que se me interne en algún manicomio de la ciudad!

Bueno, pero no todos empezaron a creer que estaba rayado, algunos amigos y sobre todo mi hermana Paty, me recomendó que visite a un médico especializado en España en terapia neural. ¡Al Juanca le curo de un dolor de espalda, pinchándole la cabeza!, me dijo convencida de que su amigo iba a sanar mis dolencias. Por supuesto, yo ya estaba en su consulta y luego de algunas sesiones y de contestar preguntas hasta de la forma de cómo mi mamá me alumbró, descubrí muy a mi pesar, que todos esos pinchazos que me dolían hasta el alma, no iban a dar los resultados esperados. Opté por agradecer sus servicios y nuevamente entré en la lucha por buscar un médico que definitivamente descubra que de ninguna manera estaba loco ni rayado. ¡No estoy chiflado aducía diariamente, me duele la espalda carajo y nadie me quiere creer!

Mira, me dijo otro amigo, el Metropolitano cuenta con los mejores especialistas del país. El médico que atiende a mi mujer es uno de los mejores y logrará descubrir tus dolencias, ¡si las tienes! acotó seriamente. Ya como ustedes podrán apreciar, mi fama de hipocondríaco había pasado las fronteras de mi círculo familiar.

Visité aquel médico famoso y luego del relato correspondiente de cómo empezó y como me sentía, me manifestó: Tiene que confiar en mí y en la ciencia médica. Su problema es muy simple, usted lo que tiene es una neuritis crónica en su espalda y para esa dolencia existe un medicamento antiguo, barato y muy efectivo. ¡Triptanol en dosis altas, combinado con Vioxx! Al poco tiempo me quedaba dormido cuando estaba parado y despierto cuando estaba acostado. No me dolía mi espalda porqué no sabía que la tenía…había entrado en un proceso que me transformó en un ser sin aspiraciones y sin emociones y claro, tampoco a la Bruja le respondía…Preocupado por esta situación, le pregunte si la medicación que me estaba matando, minaba también mi hombría…! Bueno, eso es lo malo que tiene el triptanol me dijo, pero no se preocupe, le doy una receta para que compre la píldora azul y fin de sus problemas. Me quede pensando, si ese era el camino de mi salvación…, pero Diosito es grande, al poco tiempo descubrí nuevamente que mis dolencias en la espalda no se habían ido a pesar de que me estaba auto eliminando siguiendo sus consejos y tomando esa medicación.

No quiero relatarles lo que vino después, ya que quiero olvidar los argumentos del por qué su receta no funcionó. Pero todavía recuerdo los sentimientos y sensaciones de esa noche, que para justificar su incompetencia me dijo: “si el triptanol lo le ha funcionado, usted podría tener un cáncer” Lo malo de esa sentencia, fue que pase una de las Navidades más tristes de mi vida, pensando que serían las últimas que compartiría con mi familia. Lo bueno fue, que una vez que me realice todos los exámenes de rigor y no encontraron ninguna evidencia de que tenía esta terrible enfermedad, miro las cosas de otra manera.

-2-

En estos momentos estoy en Kansas, esperando el nacimiento de mi nieta, seguramente otra brujita, que junto a su madre y abuela me mantendrán a la raya. Estoy justamente sufriendo un encerrón en un departamento, ya que afuera el clima en diciembre es inhumano. Sin embargo, el lugar en donde me encuentro escribiendo estos relatos es muy cálido y me han inducido a meditar que ¡afuera esta nevando y hace mucho frío y sin embargo estoy confortablemente abrigado!

¡Me siento bien y por tanto, he decidido seguirles aburriendo con el relato de mi memoria de mis tristes putas dolencias!

Ya por esas fechas que estoy recordando, mis dolores lumbares se habían agravado a tal punto, que mi espalda tenía huellas palpables de desgarres musculares y de pequeños hinchazones o bolas que según los especialistas médicos eran producto del ácido láctico que se emanaba de mi musculatura lumbar. ¡La gordura le está ocasionando esos problemas!, me diagnosticaron plenamente convencidos del origen de mis dolencias. Luego vinieron varias sesiones de terapia física, de ejercicios, nadadas, caminatas diarias y de dietas rigurosas que me estresaban sobremanera y nada de encontrar una cura a mis dolencias.

Para esa fecha, parte de la familia estaba preocupada por mi situación y otra me recomendaba visitar a un siquiatra para solventar mis problemas. Gladys, mi hermana mayor a quien respeto por sus sabios consejos que en la vida me ha dado, no sabía que decirme, sin embargo era notoria su preocupación, más aún cuando en un viaje corto que realizamos, de pronto me sentí mal y me quede lívido por la intensidad de mis dolores testiculares que como siempre muy jodidos, aparecían de pronto y sin previo aviso.

Visitas nuevamente a médicos especializados y claro, el urólogo que me atendió no encontró absolutamente nada, luego de realizar varios exámenes en la próstata y del resto de órganos que pudiesen responder a las dolencias manifestadas. Siguieron varias visitas a gastroenterólogos, que luego de exámenes de laparoscopia y endoscopía me encontraron problemas de gastritis y colón irritable, pero ninguno relacionado con mis malestares lumbares testiculares. Posteriormente busqué la ayuda de neuro cirujanos, traumatólogos, reumatólogos, homeópatas, energéticos, sexólogos y no se que especialidades mas, algunos conscientes y con ética profesional y otros definitivamente de ingrata recordación.

Tuve por supuesto varios diagnósticos: lumbalgia, columna escoliada, efecto charnela, gordura crónica, locura senil y otras enfermedades que por sus nombres raros ya no las puedo recordar. Por supuesto, mi casa guarda todavía algunos aceites de árnica, ungüentos y balsámicos, relajantes musculares y todo tipo de pastillas desinflamatorias que seguramente me aliviaban y me mataban a la vez.

Seguía en proceso mis dolencias que cada día me estaban matando por la angustia de no saber que mismo tenía y como las iba a resolver. Por lo menos, daba gracias al Señor de que no tenía nada grave, ya que conocía luego de los múltiples y costosos exámenes que me habían realizado, que no adolecía de ninguna enfermedad terminal. Esos diagnósticos esperanzadores me dieron ánimos para seguir en la lucha diaria de encontrar una solución a mis tristes y…

Dice el adagio popular, que Dios tarda pero no olvida y seguramente por las oraciones que mi Bruja realiza todos los días cuando sale de la casa de madrugada para pedirle al Señor que se acuerde de este pobre ciudadano, un día me encontré con un buen amigo. Conversando con él le relate mis dolencias y naturalmente, sus deseos de ayudarme le llevaron a darme una mano. “No te preocupes, conozco a un amigo, gran médico acupunturista que estudio en la China y voy a pedirle su intervención”.

¡Que hago, pensé en esos momentos!, si ya anteriormente había fracasado en mis intentos de sanación .¡Pese a ese panorama nada halagador, un día decidí visitar al médico amigo de mi amigo!

¿Cuénteme que le sucede? Creo que mis ánimos estaban completamente minados y sin embargo le explique brevemente mis dolencias, tal vez prejuiciado o a la defensiva para no desilusionarme una vez más si no encontraba la cura tan ansiosamente buscada.

Luego de escucharme y de haber realizado su diagnostico, de una manera sencilla y clara me manifestó; “Usted durante gran parte de su vida, ha venido cargando una mochila de piedras”. ¿Qué me quería decir con eso de mochila de piedras? me quede meditando.

Mi Bruja si entendió inmediatamente su mensaje. ¡Tu forma de ser es el que te juega mal todos los días!, pero no me creías. “Ahora sí, vas a ver que desde hoy tus dolencias van a mejorar” La sentencia de mi Bruja y la confianza que me brindó desde el primer día el médico amigo, cambiaron el rumbo de mi vida.

Paso un tiempo para entender el mensaje que me quería transmitir. Hoy miro clara y contundentemente el significado de esa mochila cargada de piedras y los efectos y secuelas que había ocasionado en mi vida.

Procuro que todos los días sean de profunda reflexión y meditación ya que todo está perfectamente claro. Mis tristes y putas dolencias son fruto de mis angustias, pesares, iras reprimidas, temores diarios en que había vivido y no sería nada raro, que hayan sido secuelas de algunos traumas de mi niñez y de otras carencias sufridas en el pasar de los años. Es mi teoría no comprobada por supuesto, que las consecuencias en otros casos son más graves: diabetes, cáncer, strokes coronarios y cerebrales, amnesias temporales, alzheimer y otras enfermedades que nos están matando diariamente.

Hoy estoy logrando superar mis putas y tristes dolencias, gracias a la reingeniería dada a mi vida. Mi Bruja y mi médico, ese hombre sabio y sencillo, ese invalorable amigo han contribuido a este proceso, valorando sobremanera los regalos que el Creador me entrega diariamente, comprendiendo y entendiendo sobre todo, que ¡afuera esta nevando y hace mucho frío y sin embargo, yo estoy confortablemente abrigado! *

* Dedicado a mi médico amigo el Dr. Omar Vallejo V. que con su sabiduría médica, sus consejos y sus pinchazos, han posibilitado que cada día vaya superando mis putas y tristes dolencias.

Ojalá el mensaje de este relato llegue también a mis amigos nerviosos, perfeccionistas, enojones, fúricos, depresivos, ansiosos, workcoholics que no disfrutan de esta vida.